En el año 2000, los líderes mundiales
se reunieron en la Sede de Naciones Unidas para elaborar la Declaración
del Milenio, que los comprometía a establecer una serie de propósitos cuyo
plazo de vencimiento fijaron para el año 2015. Estos se condensan en ocho
puntos, conocidos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y enuncian una
serie de metas de carácter universal que buscan lograr un mayor bienestar y
desarrollo social. Uno de estos objetivos, imprescindible para lograr alcanzar
el resto, es conseguir instaurar la enseñanza primaria universal. El informe de
la ONU lo resume proponiendo que “para el año 2015, los niños y niñas de todo
el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria”. En el texto
se apunta que a pesar de los ilusionantes avances es poco probable que se
alcancen los objetivos antes del plazo establecido.
sábado, 16 de febrero de 2013
Twitter, el escaparate de los votos nulos
Las
urnas cerraron sus puertas y los tertulianos abrieron sus bocas. Televisión
Española ofrecía un debate descafeinado y monocorde, anclado en los tópicos que
veníamos escuchando días atrás. Al igual que en los comicios, socialistas y
populares gozaban de mayoría, amparados por un grafico en pantalla que solo
mostraba los escaños de estos dos hegemónicos gigantes. El recuento se
presentaba predecible desde esa ventana, y la web ofrecía otra más colorida y
transitada, la siempre activa pestaña de Twitter. Se hablaba de “marea azul” y
de “fiesta de la democracia” sí, pero desde otro prisma.
Imagen de Google |
Publicado por
@AngelMarzal
en
11:06
Contra la inercia de la neutralidad
Es innegable que todos contamos con una serie de ideas y
valores, más o menos arraigados, que guían nuestros actos y en cierta manera,
deforman nuestra visión del mundo. El espectador de un telediario o el lector
de un periódico ante cualquier titular, aún pretendidamente veraz y objetivo, recibirá
la información junto con otra abultada cantidad de conjeturas, juicios de valor
y demás artíficos pergeñados por su mente subjetiva. Una labor encomiable sin
duda, la de tratar de hacer llegar la información reducida al mínimo objetivo
de la comunicación neutra de datos, pero también ingenua, pues olvida el
infinito cromatismo ideológico del público y los periodistas, que envolverá
cualquier intento de imparcialidad.
Publicado por
@AngelMarzal
en
11:02
Respuestas austeras
En España y, no nos engañemos, también en
Europa, no es la derecha sino la pasividad quien goza de mayoría absoluta. O
quizá la inoperancia. Las tenues llamas revolucionarias se prenden más fruto
del la desesperanza que de la pasión, y son sofocadas sin producir demasiada
humareda. El hartazgo no parece buen combustible. Y más cuando los “enemigos”, invirtiendo
el argot que nos traslada el Estado, utilizan el miedo y la mentira de forma
tan eficaz.
Publicado por
@AngelMarzal
en
10:56
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