2013. Los mermados ingresos por publicidad obligan a
las televisiones nacionales a seguir con su política de fusiones. Antena 3, La
Sexta, Telecinco y Cuatro se unen en un mismo canal, que pasará a denominarse
Gran Hermano 24 horas. La cadena no renuncia a las grandes estrellas que
formaban sus antiguos canales, por lo que la nueva edición del veterano reality
cuenta con muchos rostros conocidos. Las riñas por el uso de la lavadora entre Matías
Prats, El Gran Wayoming y Jorge Javier Vázquez ocupan varios especiales de la
joven cadena.
2014. El éxito de programas como Splash o Tu cara me
suena obliga a los programadores de televisión a experimentar. Se intenta
probar la formula contraria, y un grupo de desconocidos fingen ser famosos y
tirar su carrera por la borda. El formato no cuaja, por lo que se vuelve a las
antiguas emisiones. El concurso “Famosos corren el Tour” se salda con varias
muertes por sobredosis y numerosos incidentes. Los organizadores declaran:
“Famosos y ciclistas. Estábamos jugando con fuego. Nos creíamos dioses”.
2015. La 2 obtiene cifras de audiencia inferiores al 0%,
lo que causa gran estupor entre la comunidad científica y matemática. Esto supone
el varapalo definitivo para la televisión pública, la única de toda la parrilla
que aún emite telediarios. Los directivos aprovechan la ocasión y sustituyen
las noticias por espacios dedicados a narrar las bondades del gobierno. El más
exitoso es “Aló Mariano”, 5 horas en las que el presidente conduce un programa
de variedades con frescos y divertidos colaboradores como Jose Ignacio Wert y Cristóbal
Montoro. Sus discursos en los que hacen creer a la población que todo va bien,
hacen llorar de risa a toda la familia.
2016. En busca de mayor audiencia, las empresas
continúan saturando el mercado con canales cada vez más especializados. Como “Vive
Belen”, 24 horas dedicadas a la rutina de la Princesa del Pueblo, “Moncloa Shore” que aborda la actualidad política
alejada de complicados debates y fomenta la parte humana o “Ostias y Tiros TV”
una cadena dedicada a los westerns y las películas de Chuck Norris, haciendo
las delicias de los más mayores de la casa. Destaca “Canal Nostalgia”, un
espacio dedicado a la repetición continua e indiscriminada de de una corta
lista de capítulos de series de éxito de los noventa. Este no causa mucho
revuelo al ser un producto que ofrecían la mayoría de los antiguos canales.
2017. Las audiencias televisivas siguen cayendo en
picado. Al auge cada vez más hegemónico de Internet se une el descalabro de los
pocos productos de calidad que quedaban en la caja tonta, las series de
importación americana. Casos como el de Juego de Tronos, en los que aparece un Borbón
pugnando por el Trono de Hierro, o Como Conocí a vuestra Madre donde los hijos
resultan ser adoptados alejan al público. El batacazo de The Walking Dead
también es sonado. En su última temporada los zombis se sindican y batallan por
políticas de integración e igualdad y en lucha por la discriminación.
2018. Las grandes empresas televisivas ven peligrar su
imperio, y deciden tratar de detener la perdida de televidentes mejorando la
calidad de las televisiones. Los nuevos televisores son 5 veces más grandes, 20
veces más finos y las imágenes proyectan más píxeles que la propia realidad. Los
ciudadanos no pueden despegarse de las pantallas, que los tienes totalmente
hechizados. En los casos más graves, el sujeto si quiera puede bajar la cabeza
para tuitear sobre lo que está viendo.
2019. La última élite intelectual resistente en el país
ajena a la hipnótica presencia de la televisión es finalmente atrapada con el
estreno de la nueva temporada de “Hora de Aventuras”. Las grandes corporaciones
tratan de aprovechar la implacable influencia del medio, y se produce una lucha
encarnizada entre Apple, McDonals y CocaCola por hacerse con los servicios del
mejor comunicador de territorio español, Juan y Medio. El veterano presentador
hipnotiza a través de las ondas a toda la población, que pasa a basar su
supervivencia en tener accesible frente a la tele un Iphone, un refresco y una
hamburguesa.
2020. La casa de un español medio se parece cada vez
más a la más grotesca escena de Seven. El español medio se ha convertido en un
amasijo de grasa frente al televisor, que consume incapaz de deshacerse de las
cadenas de la caja tonta. Pero la resistencia aún cuenta con una última baza.
Una ama de casa grita hogar por hogar “Va, a poner la mesa” con grandes
resultados. Unidos al grupo de liberados a raíz de no pagar las facturas de la
luz inician un ataque al plato de Juan y Medio. Esa noche hay futbol. El
hechizo vuelve. La resistencia se apaga. Enciendan su televisor.
Continuará…
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